Al noveno día, alguien llamó a la puerta. El hombre, en pie frente a la capilla, decía ser carpintero. Tal vez, después de tantas plegarias, los rezos por fin habían sido escuchados… La Capilla de Loreto, fundada en 1878 como anexo al convento católico “Nuestra Señora de la Luz”, es protagonista de una extraña e inexplicable historia.