Lee Jeffries es de los pocos afortunados que ha conseguido hacer de su hobby su modo de vida. Hasta el 2008 fue un contable de Manchester aficionado a fotografiar eventos deportivos en su tiempo libre. En cambio, un viaje a Londres por una maratón y un paseo por las calles le cambiaron la vida para siempre.
Una joven sentada a la entrada de una tienda, cuya complexión física y expresión en la cara revelaban una innegable adicción a las drogas, llamó poderosamente su atención. Lee sacó su cámara 5D con una lente de 70-200 y le sacó una foto de lejos. La joven se dio cuenta y empezó a gritar, pero a Lee le pudo más la curiosidad que las ganas de marcharse y evitar el escándalo público. La historia que la joven de 18 años, sin padres y adicta a las drogas le contó, le cambió para siempre la visión que tenía de los sin techos.